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De los trastornos mentales al bienestar psicológico

El concepto de trastorno mental deriva de la Edad Media y en ese entonces se lo relacionaba con el demonio y la brujería. En el siglo XIX proliferaron los manicomios, el lugar donde iban aquellos que no podía curar la Medicina. El trastorno mental, término utilizado por los manuales de diagnóstico, hasta el día de hoy no deja de causar mala impresión en la gente, por lo que muchas veces se utiliza el término de psicopatología.

Hay dificultades psicológicas que suelen tener una naturaleza psiquiátrica, que requieren de enfoques muy acotados según el tipo de psicopatología. Y hay otro tipo de dificultades que pueden ser temporarias o derivadas de situaciones que la persona debió afrontar.

La prestigiosa ONG americana Hesperian – que redacta guías de salud para comunidades desfavorecidas donde no hay médicos – en una reciente publicación resume cuáles son las causas más comunes de los trastornos mentales, lo que no quiere decir que por estas condiciones terminemos en un trastorno. Considero importante, tanto a nivel personal como familiar, conocer y considerar algunas de estas condiciones que pueden predisponernos a las dificultades psicológicas.

Las presiones de la vida diaria: cotidianamente o por temporadas hay eventos que provocan tensión física y emocional. Los conflictos familiares entran dentro de este ítem.

Pérdidas y muerte de seres queridos: enfermedades, pena, aflicción.

Traumas: violencia, accidentes, situaciones imprevistas o situaciones de la infancia.

Enfermedad física: hay algunas enfermedades físicas que pueden derivar en un trastorno o se provocadas por el mismo trastorno. Citamos las hormonas y otros cambios en el cuerpo,

la desnutrición, las infecciones, como las de VIH, los plaguicidas, herbicidas y químicos industriales, las enfermedades del hígado o de los riñones, el exceso de medicamentos, o los efectos secundarios de algunos medicamentos, el abuso de las drogas y del alcohol, los derrames cerebrales, la demencia y las lesiones de la cabeza.

Cambios en la vida y la comunidad: políticos, económicos, sociales.

Mucho se habla de qué es lo realmente importante en la génesis de un trastorno mental: lo biológico, lo social o lo psicológico. Lo cierto es que los tres factores influyen de manera recíproca. Nuestra biología nos predispone, pero no lo define del todo. Desde lo psicológico podemos notar que la personalidad influye en mucho, pero la misma tampoco es determinante del todo, ya que cada cual reacciona de distinta manera y puede, con ayuda y esfuerzo, modificar rasgos que generen disfuncionalidad. Lo social – antes no considerado y hoy muy tenido en cuenta – es muy importante. Como bien destaca Daniel Goleman, nuestra red social de apoyo hace mucho en relación a nuestra salud mental, que calidad de amigos y familiares tenemos, a que grupos pertenecemos, como nos sentimos con la gente y que influencias sociales nos afectan.

Como solía decir Milton H. Erickson, la vida, en algún momento nos trae algo que sale de nuestros parámetros y que se nos hace muy difícil manejar. En esos momentos, lo apropiado es la consulta y el asesoramiento psicológico, entendido como acción preventiva.

Sin embargo, aun hoy en día existe el prejuicio de no ir al psicólogo “Porque yo no estoy loco”. Nadie lo ha dicho. Al contrario, lo que se quiere evitar, como toda acción de salud, es evitar que las cosas se salgan de cauce.

La Psicología, en realidad, es una ciencia no del todo exacta. Sin embargo cuenta con estrategias para lograr el bienestar psicológico de las personas, el cual está relacionado con cómo la gente lucha en su día a día afrontando los retos que se van encontrando en sus vidas, ideando modos de manejarlos, aprendiendo de ellos y profundizando su sensación de sentido de la vida.

 

La psicóloga Carol Ryff, profesora en la Pennsylvania State University y directora del Institute of Aging, desarrolló un modelo de bienestar psicológico formado por seis dimensiones: Aceptación personal, Relaciones positivas con los demás, Propósito de la vida, Crecimiento personal, Autonomía, Dominio del Entorno.

Le invito a que los analice y si quiere mejorar algo consulte a un profesional. No hace falta tener un trastorno mental para acudir a un psicólogo.

Ricardo Sarain

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